El coaching debe enfocarse en el desarrollo de habilidades productivas. Este pensar es correcto, falta dejar claro que las emociones son transversales a la aplicación de cualquier habilidad humana, por lo tanto, su efectividad dependerá de la estabilidad emocional, igual que su firmeza en valores o empoderamiento. Por otro lado, se sigue sosteniendo que el éxito de un proceso de coaching depende del coachee y del coach o de su metodología, lo cual no es cierto totalmente, ya que si la organización no provee la logística productiva mínima para que el coachee pueda desempeñarse en su cargo, el coach puede haber hecho un trabajo magnífico con su cliente, éste puede haber trabajado a consciencia, pero a pesar de todo esto tener baja productividad por falta de herramientas.