El proceso de investigación científica no termina cuando se analizan los datos obtenidos del trabajo de campo. Por el contrario, una vez concluido el estudio inicia la fase de difusión; la cual consiste – por un lado – en la publicación de los resultados en revistas y/o libros académicos, y – por el otro – en la divulgación en diferentes foros. Mientras que lo primero fomenta el avance de la ciencia, lo segundo implica el acercamiento con audiencias diversas. Ambas actividades permiten la visibilización del trabajo del investigador.