El planteamiento se sustenta en la necesidad de evolucionar de una dirección (gerencia) operativa a una que desarrolle a los colaboradores.
El primer punto aborda el contexto de la planeación y la gestión estratégica desde la propuesta de valor que ha de ofrecerse al mercado y mantenerse día a día.
Se continua con el desarrollo de la jefatura tradicional, pasando por el liderazgo, llegando al ejercicio de una gerencia que identifique y potencie el talento de su equipo.
La tercer parte señala la ruta, los pasos y las posibilidades para adquirir y desarrollar las habilidades y competencias para que el directivo.
Se concluye con los beneficios tanto en lo individual (para gerentes o dueños), para los colaboradores así como en los resultados de un negocio que se desea reinventarse.